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Barranquilla, el verdadero futuro de la Industria 4.0 en Colombia

Por: Jhon Vidal

Doctor en Gestión de la Tecnología y la Innovación. Director de la Oficina de Innovación CREATIO.

Universidad de la Costa

Una revolución industrial se genera cuando se despliega un nuevo sistema tecnológico de gran envergadura, lo que permite una transformación económica y social marcada por una época de progreso, desarrollo, e innovación. Los países que se suben a cada revolución son cómo aquellos surfistas que se desplazan de manera natural por una ola que los conduce en este caso a un escenario de mayor competitividad y bienestar para sus habitantes. Inglaterra, por ejemplo, fue quien lideró la primera revolución industrial basada en la mecanización, y esto le permitió consolidar una estructura imperialista con dominios hegemónicos en lo que hoy son países muy conocidos para nosotros como India, Australia, Jamaica, Sudáfrica y parte de China; fue tanta su influencia en el plano mundial que deportes muy populares en la actualidad como el fútbol, tenis, golf, Rugby, entre otros, fueron originados en Gran Bretaña.

Con la creación de la cinta transportadora y la puesta en marcha del modelo T de Henry Ford para la fabricación de automóviles se inició la revolución industrial de la producción en masa que tiene como insumos importantes los combustibles fósiles y la energía eléctrica. Cada revolución trae consigo la entrada al mercado de productos asociados a su sistema tecnológico, es así como en esta revolución se comenzaron a producir y comercializar artículos como neveras, licuadoras, televisores y todos aquellos generados a partir de plásticos.

 Estados Unidos fue quien lideró esta revolución y gracias también a los resultados de la segunda guerra mundial le permitieron convertirse en un referente político, social, cultural y por supuesto económico Para 1972 Corea del Sur tenía el mismo Producto Interno Bruto que Colombia y 50 años más tarde su economía es 5 veces más grande que la nuestra. ¿Qué pasó?. Entre otros factores, este país asiático se montó en la tercera revolución industrial basada en el uso de la electrónica y la informática para promover la producción automatizada que condujo a la proliferación de artículos como computadoras personales, celulares y otros aparatos electrónicos. Colombia la ha dejado la ola en 3 ocasiones; solo nos pudimos subir a una corriente tardía a finales de los años 50’S y principio de los 60’s llamada política de Industrialización por Sustitución de Importaciones, que permitió la instalación de un aparato industrial basado en la producción en masa, en especial en ciudades como Bogotá, Medellín, Cali, Bucaramanga y Barranquilla, que entre otras conllevó a una importante migración desde los campos del país a estas ciudades.

Afortunadamente esta generación tiene la oportunidad de subirse a una gran ola que se asoma con prontitud. Esa gran ola es la cuarta revolución industrial que se caracteriza por el uso de sistemas físico cibernéticos que incluye temáticas que cada vez son más habituales para nosotros como la inteligencia artificial, internet de las cosas, manufacturación inteligente, blockchain, entre otras. Pero esa revolución no se consigue solo con un Centro de Cuarta Revolución en Medellín con un par de decenas de ingenieros realizando procesos de desarrollo tecnológico. Esto se logra con una política contundente de inserción en todos los niveles educativos; la absorción de las tecnologías 4.0 en el aparato industrial y productivo ya existente para hacerlo más competitivo; la creación de una nueva industria asociada a esta revolución; y con instrumentos de financiación que permitan fomentar un ecosistema de innovación que conduzca en definitiva a una mejor calidad de vida.

"Barranquilla lidera los Ranking en innovación en Colombia"

En Colombia y en el Caribe Continental e insular, Barranquilla es la Ciudad llamada a liderar esta verdadera transformación. En la ciudad hay un importante aparato industrial que ha superado distintas adversidades en el pasado y en el presente; hay una riqueza social y cultural que permite apropiar como nadie en este país una causa común; se han dado pasos en política pública como la apuesta Atlánticonnet y las Universidades barranquilleras están liderando los Rankings de innovación de Colombia e incluso ya dieron apertura a los primeros programas de Doctorado en Innovación. ¡Pero esto aún no es suficiente!

Barranquilla líder en el desarrollo de la revolución 4.0 debe ser un elemento central en la visión de ciudad a 2100, de tal modo que permita fortalecer otras apuestas a largo plazo como ser la primera biodiverciudad de Latinoamérica, la promoción de la matriz energética para la producción de energía limpia, la navegabilidad del río Magdalena o el fortalecimiento del capital humano a través del bilingüismo.

Es la hora exacta para hacer los cambios requeridos en el sistema educativo, donde hasta las carreras tradicionales como el Derecho están permeadas por las tecnologías asociadas a la revolución 4.O para hacer por ejemplo una justicia más eficiente; o en la medicina para tener una salud predictiva.

Es hora de insertar estas nuevas tecnologías al sector productivo de nuestra ciudad. Es hora fomentar una nueva industria asociada a esta revolución. Es hora de cambiar las reglas de juego para hacer atractiva la inversión extranjera y local.

En este sentido, se valora en gran medida los esfuerzos realizados por la Comisión Regional de Competitividad e innovación para estructurar una planificación prospectiva que permita crear un Atlántico inteligente, es decir la materialización de nuevas estructuras socioeconómicas impulsadas por las innovaciones tecnológicas para apalancar un territorio más competitivo; apuesta que está respaldada decididamente por la Gobernación del Atlántico, la Alcaldía de Barranquilla y el sector privado.

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