Transformación Digital, la verdad detrás del mito.

Por: Cristian Ríos

Ingeniero de Sistemas, Jefe de Proyectos TI Cámara de Comercio de Barranquilla

No se puede desaprovechar la oportunidad que genera una crisis. A partir de esta frase, en la que coincidieron Churchill y Maquiavelo, Kotter, en su libro Liderando el cambio, establece el punto de partida de su modelo de 8 pasos para la gestión del cambio: crea un sentido de urgencia. Y la pandemia, nuestra crisis, trajo consigo un serio sentido de urgencia, pues ha impactado radicalmente nuestros hábitos sociales, culturales y de consumo, obligándonos a migrar a un entorno virtual. De un momento a otro la digitalización se convirtió en la tabla de salvación para las empresas, y al igual se volvió cotidiano escuchar sobre la necesidad de una transformación digital, apalancada sobre el potencial de las tecnologías 4.0, la cuarta revolución industrial.

Pero, ¿Acaso la transformación digital es una novedad? No, ninguna empresa utiliza máquinas de escribir, los teléfonos fijos pronto serán una rareza, Ya nadie se comunica por medio de cartas e inclusive el correo electrónico ha sido desplazado por las herramientas de mensajería instantánea.

Definitivamente la transformación digital no es una novedad. Entonces, ¿por qué se ha convertido en un reto para nuestras organizaciones?, ¿por qué se están destinando tantos recursos para afrontar la transformación digital, como si fuera un asunto de vida o muerte? La respuesta radica en el crecimiento exponencial de características tecnológicas de base. las leyes de Moore, Butter y Kryder lo resumen Ley de Moore: El poder de cómputo se duplica cada 18 meses.

Ley de Butter: La velocidad de comunicación se duplica cada 9 meses.

Ley de Kryder: La capacidad de almacenamiento se duplica cada 13 meses.

Este crecimiento permite la masificación y madurez de tecnologías que, aplicadas a entornos productivos, alcanzan un alto potencial de transformación sobre la forma como hacemos las cosas. 

Cabe resaltar que en cada revolución industrial la humanidad le ha cedido algo a la tecnología: el trabajo físico a la máquina de vapor, el conocimiento a internet y ahora, la toma de decisiones, a herramientas como la inteligencia artificial. Todo muy claro. Pero, ¿Dónde está el reto?

En el entorno de negocios, este crecimiento acelerado de la tecnología establece un potencial de generación de valor para cada segmento de negocio y la diferencia entre ese valor potencial y el valor real, de crecimiento lineal, que generan las compañías tradicionales de dicho segmento, se convierte en un espacio de oportunidad para la disrupción. Espacio que será aprovechado en algún momento, ya sea por estas mismas empresas o generalmente por startups. Fintechs, Legaltechs, Insurtech. son algunos ejemplos de este fenómeno y durante esta semana, con el crecimiento de la plataforma de negocios inmobiliarios Habi y la llegada al país de Gojom, nos encontramos frente a una inminente disrupción en el sector inmobiliario. Entonces, ¿dónde radica el reto de la transformación digital? Ninguna empresa quiere ser el blockbuster de la historia.

En este entorno de volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad, o digamos más bien, en este entorno VUCA, las empresas tradicionales son puestas a prueba para:

Tener presente su propuesta de valor: La digitalización le apuesta a transformar el cómo, no el qué.

Mantener lo mejor de su estructura organizacional: No estamos en una carrera de 100 metros y a la larga, los startups tendrán que enfrentar sus propios desafíos: crecer de forma estructurada.

Aprender a gestionar los procesos de innovación de forma flexible: La innovación se convierte en una habilidad vital y no se puede gestionar de la forma rígida con la que se gestionan los procesos tradicionales. No podemos esperar la aparición de la gran idea.

Atención